Monday, February 15, 2010

Empezando un nuevo amanecer



Así como el día tiene tres etapas la mañana, la tarde y la noche, nuestras vidas tienen tres etapas: el pasado, el presente y el futuro.

Nuestro pasado representa las primeras horas del día. De nuestro pasado, nos queda el recuerdo, la satisfacción de haber hecho lo correcto, la amargura del sufrimiento, la pena de haber vivido lo injusto, la alegría de haber conocido el amor, el sentimiento de compasión por alguien que ha tenido problemas, el gusto de haber visto una buena película y mucho más. Nuestro pasado es el comienzo de un hoy, de nuestro hoy.

El presente es el resúmen de nuestro ayer, pues en él aplicamos lo que hemos aprendido en el pasado, si en el pasado aprendimos que el fuego quema, en nuestro presente no jugamos con fuego; si en nuestro pasado aprendimos que un mal amor sólo nos dio sufrimiento, en nuestro presente intentamos tener un buen amor; si en nuestro pasado fuimos heridos, en nuestro presente somos fuertes y tratamos de no ser heridos más.


¿Y nuestro futuro?

Nuestro futuro es el nuevo amanecer, es la etapa en que podemos ser mejores, en la que viven nuestros sueños que sabemos se harán realidad.

Muchas personas piensan que no se puede cambiar, que la vida debe continuar tal cual es, que si se ha fracasado en el pasado, en el futuro vendrán nuevos fracasos, pero permítanme decirles que no es cierto.

Yo que he vivido en la desesperanza, en el abuso, en la tristeza de ver mi hogar roto durante mi infancia y en mis años de juventud, en la agonía de no saber tomar una buena decisión por falta de seguridad, puedo decirles que todos tenemos una segunda oportunidad en la vida, que después de la oscuridad llega la luz y que podemos dejar atrás las cosas que nos hacen pensar que hemos fracasado.

La verdad, fue muy difícil para mí, entender las cosas que me sucedían. Cuando me di cuenta que podía cambiarlas para mi propio bien, empecé a ver las cosas de una manera diferente. ¿A veces no sientes que quisieras desaparecer del mundo? ¿que quisieras ir a un lugar en donde nadie te conozca y empezar de cero? Ese mismo sentimiento me invadía por dentro.

El cambio no es fácil ni se realiza de la noche a la mañana, como toda herida, toma su tiempo y es un proceso. Lo primero que hice fue buscar ayuda profesional porque habían muchas cosas que no estaban claras dentro de mí.

Poco a poco mi vida fue tomando una forma diferente. Comencé mi propio hogar, con mucho miedo a fracasar, pero a medida que pasaba el tiempo y meditaba sobre los errores pasados, me di cuenta que no había nada a qué temer, que todo estaba en mí. Tomar decisiones era algo muy penoso para mí pues tenía miedo de fracasar y volver a sufrir. Así que empecé tomando decisiones bajo tres preguntas ¿Es lo correcto?, ¿es lo adecuado? ¿me sentiré bien al final?, al darme la respuesta, proseguía con mi cometido.

Entonces, si ayer es la experiencia, el hoy es el resúmen de mi pasado y el futuro la visión del cambio, ¿cómo estoy visualizando mi vida?, ¿he aprendido del pasado?, ¿he recapitulado mi presente? ¿tengo metas para el futuro?

Estas son preguntas que solo tú puedes contestar. Siéntate un momento y medita sobre ello. Al final verás la luz y entenderás lo que es empezar un nuevo amanecer.